Nadie tiene que darte permiso para sentirte precari@
En este artículo reflexionamos sobre el comentario de Domènec Espriu, acerca de la no precariedad de los investigadores.
En este artículo reflexionamos sobre el comentario de Domènec Espriu, acerca de la no precariedad de los investigadores.
Este año ha sido un año durísimo. Un año en el que lo hemos pasado mal y nos hemos replanteado lo que realmente era importante para nosotros.
Pues sí, hace unos días se ha publicado un paper en el que soy coautor, y me temo que va a ser el último.
Y cuando digo el último es literalmente el último de mi vida (al menos en lo que se refiere a proyectos de mi antiguo perfil como investigador experimental).
Cuando empecé la Tesis el instrumento estrella del laboratorio, aquel con el que salían los mejores resultados que siempre acababan en todos los papers del grupo, era un microscopio Raman que valía lo que una casa.
Todos lo manejábamos con cuidado. Zuzana, que estaba ya a punto de terminar su tesis, tenía un toque especial y no había desalineamiento del láser que se le resistiera. Si no tenías señal, llamabas a Zuzana…
“Puedo seguir avanzando, pero es una losa”.
Así es como te sientes al comenzar a pensar en serio en dejar la investigación. Y esa losa no es más que el conflicto interno en el que tu cabeza y tu corazón te mandan mensajes contrapuestos: debo dejarlo, pero no quiero.
Hace unos días nos dejó una de esas pocas personas a las que admiro: Kirsty Bonner. Kirsty no era un personaje famoso, ni salía en los medios. Pero, además de tener más de dos millones de seguidores en LinkedIn, para mí era EL referente mundial en orientación laboral.
Cuando aprendes en la calle la adversidad y el temor son tan corrientes como el éxito. Cuando aprendes en clase, todo da un poco más de miedo”.
Esta frase se me quedó anclada en la cabeza después de escuchar un podcast de Gary Vaynerchuk. Había entrevistado a Coss Marte, creador de ConBody, un método de entrenamiento de alta intensidad en espacios reducidos.
No sé si alguna vez te has planteado esta pregunta: ¿Para qué vas a un congreso? En serio, piénsalo. ¿Dónde inviertes tu tiempo? ¿Cuánta gente nueva conoces? ¿Cómo haces networking?
Últimamente se está hablando mucho sobre la preocupación creciente por la salud mental de nuestros investigadores y científicos, y sobre la necesidad por parte de las instituciones académicas de plantear estrategias de intervención.